Moisés salvado de las aguas


Moïse trouvé sur les eaux
collection du Mobilier national
© Pb.Sébert

Aquí puede usted admirar, el uno junto al otro, el cuadro de Nicolas Poussin prestado por el Louvre, que data de 1647; y el tapiz copiado de esta obra, que empezó a tejer en 1683 el taller de Jean Jans (prononcer YANS, à la hollandaise) hijo, en la Real Fábrica de Tapices de los Gobelinos.
Este pasaje de la Biblia procede del segundo libro del Antiguo Testamento, el Éxodo. Relata las circunstancias del nacimiento y la salvación de Moisés niño, y el inicio de su extraordinaria historia...
El Faraón, amenazado por una profecía, ordena matar a todos los recién nacidos varones del pueblo hebreo. Para poner a salvo a su hijo, la madre de Moisés coloca al niño dentro de un cesto y lo deposita en los juncos que bordean el Nilo. Es el pasaje de Moisés confiado a las aguas. La hija del Faraón, que acude a las orillas del Nilo para bañarse, encuentra el cesto y decide salvar a Moisés y educar a este niño providencial. Así es como Moisés se convierte en el salvado de las aguas.
Notará usted que la composición del cuadro se trasladó al tapiz con bastante fidelidad. En el centro, un grupo de mujeres se afana en torno al chiquillo encontrado en el cesto. De pie, entre ellas, se encuentra la hija del Faraón, dignamente ataviada y coronada. El Nilo extiende sus apacibles aguas a la derecha del cuadro, donde unos hombres cazan un hipopótamo desde una barca. En el horizonte, se recorta en el cielo la silueta de una ciudad egipcia, con sus palmeras, obeliscos y pirámides.
Aunque el tapiz es fiel, existen algunas diferencias. En el cuadro, abajo a la derecha, hay un personaje masculino desnudo, recostado sobre un cántaro, delante de una estatua de la esfinge. Se trata de una alegoría del río. Este personaje desaparece por completo en el tapiz, para hacer hueco a la esfinge que se representa en su totalidad, y a un cesto de flores. Es la adaptación más visible del cuadro con destino al tapiz.
Más allá de las adaptaciones, la problemática principal que despierta la conversión de las obras de Poussin al tapiz radica sobre todo en la ampliación de los cuadros, que son de formato medio. Los pintores de cartones se encargaban de traspasarlos a estos "cartones", que tenían las dimensiones de los futuros tapices y servían de modelo para la confección.

Para profundizar en la comparación, puede usted escuchar unos extractos seleccionados del catálogo

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