La Real Fábrica de Tapices de los Gobelinos
Remontemos el curso de la Historia...
Todo comienza en 1662, durante el reinado de Luis XIV. Jean-Baptiste Colbert, a la sazón superintendente de Finanzas, adquiere "el hostal" de los Gobelinos y los terrenos de los alrededores para construir una manufactura. Colbert agrupa varios talleres artesanales, denominados "manufacturas" en la época, que se encuentran dispersos por todo París, como la Boutique des Tuileries de Jean Lefebvre o la Manufactura de Tapices de la Savonnerie.
El objetivo de Colbert es decorar lujosamente las residencias reales, evitando la importación de productos de lujo. Para ello, crea una industria al servicio de la Corona, capaz de fabricar este tipo de productos en Francia. Colbert recurre a los obreros franceses y europeos más cualificados: pintores, escultores, orfebres, ebanistas y hasta 250 "maestros tejedores" especializados en tapices.
Fue el trabajo del tapiz, fabricado con un alto grado de perfección durante el siglo XVII, el que dio especial reputación a los talleres de los Gobelinos. En ellos se crearon series famosas, como Las Batallas de Alejandro, Las Estaciones, Los niños jardineros y Los Elementos. Todos los cartones de estas colgaduras fueron pintados por el taller del Primer Pintor del Rey, Charles Le Brun.
Por otra parte, cuando Le Brun asume la dirección de la Real Fábrica de Tapices de los Gobelinos en 1664, reorganiza en profundidad el funcionamiento del establecimiento, dividiendo las instalaciones en tres talleres de telares de alta liza (o verticales), y dos de baja liza (u horizontales), y se rodea de pintores famosos que realizarán los cartones. Todos los obreros habitan en las instalaciones de la fábrica y, de esa manera, el propio Le Brun, alojado en pleno centro, se verá rodeado a diario por un auténtico gabinete técnico.
Para obtener más información