Los doce grabados
Moisés expuesto al Nilo o Moisés abandonado
El abandono de Moisés
Moisés sacado de las aguas
Moisés salvado de las aguas
Moisés salvado de las aguas
Moisés niño pisa la corona del Faraón
Moisés convirtiendo su cayado en serpiente
Moisés convirtiendo su cayado en serpiente
La Adoración del becerro de oro
Moisés hace brotar agua de la roca
Los israelitas recogiendo el maná
El Paso del Mar Rojo
© Droits Réservés
Al igual que la colgadura de La Historia de Moisés, estos doce grabados fueron copiados de las ocho obras de Poussin.
Puede usted darse una vuelta por la sala para apreciarlos mejor.
El grabado es una técnica de reproducción inventada en el siglo XV en Francia, que desempeñó un papel importante en la circulación de las imágenes. Utilizado en principio por artesanos como los orfebres y los impresores, se fue convirtiendo progresivamente en un auténtico medio de expresión artística, con técnicas mixtas y diversificadas. Muchos artistas aprecian la libertad de creación que facilita, razón por la que se practica incluso hoy en día.
En el siglo XVII, grabados y tapices desempeñaron un destacado papel en la divulgación de los cuadros de grandes maestros como Poussin.
En 1667, Luis XIV crea un taller de "grabadores ordinarios del rey", bajo la alta autoridad de Charles Le Brun. El taller debe proporcionar grabados de cobre que relaten los acontecimientos importantes del reino, pero sobre todo debe reproducir todas las obras pertenecientes a las colecciones de la Corona.
En 1670, a petición de Colbert, todos esos grabados se reúnen en una serie de recopilaciones designadas con el título de "Gabinete del Rey". Estos volúmenes están destinados a regalarse a los miembros de la corte y los embajadores de las cortes extranjeras. Este prestigioso regalo contribuye a difundir, tanto las obras de los maestros como la gloria del monarca. Esta primera ola de difusión irá seguida por el desarrollo de la comercialización de los grabados entre el público en general, que experimentará un gran éxito.