Cartón del tapiz de "El becerro de oro"

Le Veau d'Or
collection du Mobilier national
© L.Perquis

Aquí puede usted ver el cartón del tapiz de La Adoración del becerro de oro, que reproduce un cuadro de Nicolas Poussin pintado entre 1633 y 1637 por encargo de Amadeo del Pozzo y que se conserva en Londres.
En este pasaje, Moisés sube al Monte Sinaí para que Dios le entregue las Tablas de la Ley, en las que figuran los Diez Mandamientos. Cuando Moisés regresa con su pueblo, para presentarle las Tablas de la Ley, le espera una amarga decepción. El pueblo ha fabricado una imagen de oro que representa un becerro, un "ídolo", y está haciendo celebraciones en honor de este nuevo dios. Ante esta Adoración del becerro de oro, Moisés entra en cólera y tira al suelo las Tablas de la Ley, que se rompen.
Vamos a interesarnos más en detalle en esta obra por derecho propio, ejecutada por Pierre de Sève, probablemente antes de 1683.
Pierre de Sève también tiene una intervención importante en la creación de la colgadura de Moisés. Empleado como pintor de cartones en la Real Fábrica de Tapices de los Gobelinos, se encargaba, además, de dirigir la escuela de dibujo. Es la persona que, siguiendo el modelo de Poussin, realiza los cartones de los tres siguientes tapices: Moisés niño pisa la corona del Faraón, que ya ha visto usted en la planta baja, Moisés hace brotar agua de la roca, que queda justo a la izquierda de este cartón, y El becerro de oro, que es el tapiz que está usted contemplando ahora.
Lo que llamamos el "cartón" es un elemento crucial para la fabricación de un tapiz. Se trata de una transposición del cuadro original que sirve de guía para la confección. Contrariamente a lo que su nombre parece dar a entender, el cartón no está pintado sobre cartón, sino que es un lienzo que coincide con las dimensiones del futuro tapiz. La técnica tradicional de los tapiceros de los Gobelinos requirió que el cartón se cortase en cinco tiras.
Así pues, el producto acabado que es el tapiz, deriva directamente de las preferencias de composición introducidas en la fase del cartón, que es la base del trabajo de los artesanos tapiceros.
Según sea el telar de alta o de baja liza, el cartón se utiliza de manera distinta. En baja liza, se coloca bajo las dos capas entrecruzadas de hilos de urdimbre, por lo que se reproduce invertido, ejecutándose el trabajo por el revés. En alta liza, el trabajo también se ejecuta por el revés, pero el dibujo no se invierte, debido a que el cartón, colocado a la espalda del tapicero, se va trasladando con calcos, a medida que se avanza, a los hilos de urdimbre.
La conversión de una pintura en tapiz requiere algunos acondicionamientos, porque la confección no siempre está en disposición de copiar los motivos y los efectos pictóricos. A ello se debe que los cartones difieran de los cuadros originales.