Iglesia de Saint-Seurin
L. Salomon. Eglise vers 1795. MBA. Bx M 908
© Archives Municipales de Bordeaux
Edificada en sus orígenes fuera de los muros de la ciudad, la iglesia de Saint-Seurin ha sido considerada como la gran basílica funeraria episcopal de Burdeos.
Lleva el nombre de uno de los patrones más venerables de Burdeos, San Seurin, cuarto obispo de la ciudad.
La existencia de un primer edificio hacia mediados del siglo V ha quedado confirmada.
Destruido en el siglo VIII, fue reconstruido a partir del siglo XI sobre la cripta donde reposan los restos de San Seurin, una obra que duró hasta el siglo XIII con la erección de la portada gótica. La iglesia, respetada durante la Revolución, sufrió a lo largo del siglo XIX importantes modificaciones, entre ellas la construcción de una fachada dotada de un nuevo pórtico-porche que disimula el porche románico.
St-Seurin avant sa restauration. XIXe. AMBx. Fi XIX-G-8
© Archives municipales de Bordeaux
La iglesia poseía una preciosa reliquia, hoy desaparecida: el olifante de Roldán, muerto en Roncesvalles. Según la tradición, este cuerno de marfil, todavía mencionado en el siglo XVII y desaparecido antes de la Revolución, había sido depositado por el emperador Carlomagno en el altar de Saint-Seurin.
En 1998, la Unesco reconoció el valor histórico y patrimonial de la iglesia de Saint-Seurin incluyéndola en la lista del Patrimonio Mundial como parte de los caminos de Santiago.